Búfalo africano
El búfalo, un peligroso adversario

Si hay un animal en África temido por cazadores nativos y exploradores, ese es el búfalo, que probablemente ha provocado más accidentes que todos los leones, elefantes y rinocerontes juntos. Se trata, en efecto, de un animal peligroso, irascible y de muy mal carácter, sobre todo si está herido, momento en el que se convierte en un temible adversario incluso hasta para una manada de leones.

El búfalo africano o cafre es un animal muy adaptable, pudiendo prosperar en una gran variedad de hábitats, desde las zonas pantanosas hasta las selvas y sabanas, variando también su tamaño y coloración dependiendo de la subespecie a la que pertenecen.

Viven generalmente en manadas sin una jerarquía muy rígida e incluso algunos ejemplares, generalmente machos, optan por una vida solitaria que sólo interrumpen en época de celo. Esta puede producirse en cualquier época del año, aunque la mayor actividad sexual va siempre en función de la disponibilidad de alimento.

Después de once meses de embarazo, las hembras paren un solo ternero que al nacer pesa entre cuarenta y cinco y sesenta kilos y que permanecerá junto a su madre en el seno de la manada, protegido por ella y por las demás hembras hasta que alcanza su madurez, momento en el que optará por unirse a algún grupo de machos jóvenes o por una relativa independencia apartado del clan.

Los búfalos suelen encontrarse en todo tipo de ambientes al sur del cuerno de África.


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