La Harpía
La Harpía, águila especializada en cazar monos

En aquellos continentes donde la presencia de primates es numerosa, hay siempre un depredador especializado en su captura. En las selvas del norte de Sudamérica vuela y se llama harpía. Sus dominios son los espesos bosques tropicales de Sudamérica, por los que se mueve con una sorprendente agilidad a pesar de su enorme tamaño. Con casi seis kilos de peso es probablemente el ave cazadora más grande del mundo.

Las presas preferidas de la harpía son los monos, pero también entran en su dieta perezosos y pequeños mamíferos. Su morfología está adaptada a las exigencias de su medio natural, sus alas son redondeadas y no muy largas y su cola, de gran tamaño, ejerce como un poderoso timón ideal para los violentos cambios de dirección que exige cazar en un medio con tantos obstáculos.

Con semejantes referencias es fácil comprender que se la considera la rapaz más temible de todas las que pueblan el continente americano. La harpía es un ave prácticamente muda durante todo el año, a excepción de la época de celo, en que se convierte en un animal chillón al que puede oírse desde bastante distancia.

Las harpías sitúan su nido a gran altura y allí ponen normalmente un solo huevo que la hembra se encarga por si sola de incubar alimentada por los continuos aportes de comida que realiza el macho. Al poco tiempo la joven harpía ya se queda sola en el nido desarrollando su musculación para, poco tiempo después, iniciar sus primeros vuelos.


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