Las jirafas. Grandes herbívoros salvajes

La jirafa (Giraffa camelopardalis), se trata de uno de los animales más conocidos e inconfundibles. Dentro de su hábitat, necesita estar rodeada de árboles, pero no sin adentrarse en los bosques. Su alimentación a base de tallos y hojas de los brotes de las muchas especies de acacias que crecen en este medio. Con su lengua, arranca con mucha facilidad incluso las que están protegidas por espinas.

Debido a la dificultad que le causa levantarse y acostarse (por eso pasa de pie casi todo su tiempo), incluso llega a dormir en esa posición. Cuando tiene sed, si ha de beber, lo hace extendiendo sus largas patas gracias al mecanismo circulatorio especial; puede bajar la cabeza y levantarla con rapidez, sin que le llegue a producir ninguna pérdida de riego sanguíneo.

Las jirafas viven solitarias o en pequeños grupos con una jerarquía social bien definida entre los machos. Cuando se enfrentan un macho con otro se golpean con el cuello. Para defenderse, en cambio de un enemigo más voraz, como un león, tigre, etc., lo hacen a través de sus pezuñas, con las que pueden llegar a matarlos.

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