El Urogallo
El Urogallo, una codiciada pieza de caza

El urogallo es un ave típica de los grandes bosques de hoja caduca de Europa y Asia, esta gallinácea ocupa en España dos zonas bien diferenciadas y aisladas entre sí, los Pirineos y la Cordillera Cantábrica. Hoy en día, convertido en una codiciada pieza de caza, mantiene poblaciones bastante estables en las zonas donde aún habita.

Con la llegada de la primavera, los bosques experimentan un resurgir de vida después del largo invierno y el urogallo modifica sustancialmente sus hábitos pasando la mayor parte del tiempo en tierra, donde se alimenta de arándanos y frutos, esperando la llegada de las épocas de celo. En este momento los machos de urogallo se reúnen en lugares muy determinados del bosque, donde cantan sin parar, con el fin de atraer a las hembras, ante las cuales se pavonean en una sucesión de posturas esperando ser elegidos por alguna de ellas.

A mediados de mayo, la hembra de urogallo ya pasa la mayor parte del tiempo dedicada a la incubación de los huevos. En un número que oscila de cuatro a nueve, estos han sido depositados en el nido construido en el suelo, generalmente al pie de un gran árbol. Después de un mes se produce la eclosión y los pollos nidífugos siguen inmediatamente a su madre hacia zonas donde el matorral es más espeso y que les ofrecen una gran protección.

Durante algunos momentos de sus cantos nupciales los machos pierden el sentido del oído, convirtiéndose así en presas fáciles de muchos cazadores. Con la llegada del otoño, los machos de urogallo tienen un segundo celo, pero, a diferencia de lo que ocurre en primavera, son absolutamente ignorados por las hembras.


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