Fabada asturiana
La tradicional fabada asturiana

Si hay un plato que represente al Principado de Asturias, ese es la fabada. Como se aprecia en la imagen, se trata de un contundente guiso elaborado con fabes, morcillas asturianas, lacón, tocino, ajo, cebolla, perejil, azafrán y sal. También pueden incluirse otros productos de la matanza, como costillares, oreja o rabo de cerdo. A los productos cárnicos utilizados en la fabada se les denomina compango.

Que no llamen a engaño sus sencillos ingredientes, porque una buena fabada asturiana tiene sus secretos. Para empezar, la elección de las judías. Las mejores son las fabes asturianes, de la variedad denominada "de la granja". Son perfectas por su suavidad y por su nivel mantecoso apropiado. El resto de ingredientes, como la morcilla y el lacón, si son asturianos, mejor. Además, hay que desalar bien las carnes y cocer a fuego suave durante el tiempo adecuado.

Se cree que la fabada surgió como un guiso de origen humilde allá por el siglo XVIII. Hoy en día es uno de los platos más representativos de la cocina asturiana y española. De hecho, los inmigrantes asturianos repartidos por todo el mundo, especialmente durante los siglos XIX y XX, popularizaron este guiso allá donde se establecieron.


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