Cocido montañés. La esencia de Cantabria

Plato de cocido montañés
El tradicional cocido montañés

El cocido montañés es uno de los platos más emblemáticos de la cocina de Cantabria. Tanto en el interior de la comunidad como en la costa se elabora en prácticamente todos los restaurantes para deleite de los comensales. Se trata de un contundente guiso que se prepara con una gran cantidad de embutidos y cerdo, como chorizo, costillas, morcillas y tocino, además de judías secas, patatas, berzas, ajo, pimentón dulce aceita de oliva y sal.

Originalmente se conocía como olla podrida o potaje, y se cree que su origen se remonta al siglo XVII. En el año 1966, el que fuera por entonces Delegado de Información y Turismo, José Luis Herrero Tejedor, tuvo conocimiento de que en Cantabria no había un plato regional destacado. Fue entonces cuando el guiso fue renombrado como cocido montañés. La zona cántabra que destaca en su preparación es el Valle de Cabuérniga.

La diferencia del cocido montañés respecto a otros cocidos españoles, como el madrileño, el lebaniego o el maragato, es que no lleva garbanzos. Es un plato con gran cantidad de calorías, por lo que suele tomarse como plato único. Hay quien prefiere comer primero la verdura y las carnes o embutidos después. De cualquiera de las maneras, el cocido montañés es realmente delicioso. Eso sí, después de degustarlo lo más apropiado es reposarlo, si es con una siesta, mejor que mejor.


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