Palacio de Aranjuez. Alrededores de Madrid

Las obras iniciales del Palacio Real de Aranjuez se realizaron por orden de Felipe II, que recuperó un antiguo proyecto de su padre Carlos I. Los planos quedaron a cargo del arquitecto Juan Bautista de Toledo. Lo primero que se construyó fue la capilla, obra que culminó Juan de Herrera. Tiempo después, se inició la construcción del palacio propiamente dicho, aunque la muerte del monarca en 1598 paralizó la obra.

No fue hasta 1715 cuando se reinicia la obra, aunque un incendio destruye posteriormente todo lo construido. Durante el reinado de Fernando VI, el monarca encarga su reconstrucción a Santiago Bonavía, y en la época de Carlos III el Palacio se amplía bajo la batuta de Francisco Sabatini.

La fachada principal, lugar de acceso al palacio, tiene una fastuosa escalera de estilo rococó. El Palacio cuenta con innumerables estancias decoradas con gran suntuosidad y riqueza ornamental. En la Cámara de la Reina, una habitación que Isabel II transformó en sala de música, se encuentra el piano que la emperatriz Eugenia de Montijo regaló a la reina. Pinturas de distintos estilos y procedencias se encuentran repartidas por todas las estancias del Palacio.

Una de las piezas más famosas del Palacio Real de Aranjuez es el Gabinete de Porcelana, considerado como la obra capital de la Real Fábrica de Porcelana del Bueno Retiro de Madrid. Esta estancia tiene los techos y las paredes ornamentados de porcelana en relieve, con una mezcla de estilos chinesco y rococó. En el ala este del palacio, con vistas al Jardín del Parterre, se encuentran las habitaciones privadas de los reyes. También en el ala este está el famoso Salón de los Espejos, una de las zonas mejor conservadas del Palacio Real.

Hoy en día, el Palacio Real de Aranjuez, al igual que muchos otros monumentos de España, está bajo la gestión de Patrimonio Nacional.

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