Ermita de San Martzial, en Bergara
La riqueza monumental de Bergara, Guipúzcoa

A 70 kilómetros de la ciudad de San Sebastián, en el precioso Valle del Deba, se encuentra la localidad guipuzcoana de Bergara. Está rodeada de un privilegiado entorno natural formado por montañas, bosques y riachuelos. Y en medio de este vergel, Bergara nos recibe con uno de los mejores patrimonios arquitectónicos vascos. No en vano su casco histórico está considerado Conjunto Monumental.

Además del casco urbano, Bergara está integrado por varios barrios rurales: Bolu, San Prudencio, San Cristóbal, San Antonio, Goiauzo, San Juan, Basalto, Elosu, Kokote, Arane, San Miguel, Valle de Anguiozar, Ubera, Osintxu, Zubiaurre, Ozaeta y Labegaraieta.

Con un papel decisivo en el transcurso de la historia vasca y de España, Bergara atesora en sus barrios un buen número de monumentos religiosos y civiles. Entre los abundantes objetivos de la localidad, mencionar la Casa Jáuregui, del siglo XVI; el Real Seminario, del siglo XIX; la Casa Arrese, del siglo XVI; las iglesias de de San Pedro de Ariznoa, de Santa Marina de Oxidando (Monumento Nacional), de Elixamendi o de San Miguel Arcángel, en el Valle de Anguiozar; los palacios de Egino Mallea, de Irízar, de Errotalde, de Ozaeta o de Gabiria; la Casa Ondarza, del siglo XVI; el Hórreo de Agerre, único hórreo histórico que se conserva en el territorio de Guipúzcoa; la Casa Consistorial de la villa, del siglo XVII, o las Torres Moyua y de Olaso.

En el entorno de Bergara nos encontraremos con fotogénicos caseríos y varias ermitas, como la de San Martzial, que aparece en la imagen.


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