Impresora fotográfica

Las impresoras fotográficas están especialmente destinadas a la reproducción de imágenes. Por lo general, son impresoras de inyección de tinta o Inkjet.

La diferencia con las convencionales está en el número de cabezales de tinta. Las impresoras para fotografía suelen tienen seis cartuchos en lugar de los dos o los cuatro habituales.

Cada uno de los cartuchos está destinado a un color diferente, además de los tonos básicos. Esto hace que la reproducción cromática sea mucho más fiel porque la gama tonal es mayor. La tinta de las impresoras de fotos es especial, dura más en el tiempo y suele ser más cara.

Impresora fotográfica de gran formato

En el mercado existen impresoras para fotos de gran formato o para pequeño formato. Las que imprimen tamaños mayores tienen una calidad superior, aunque su precio es elevado. Las destinadas a fotografías más pequeñas pueden ser de chorro de tinta o imprimir por sublimación de tinta. El tamaño habitual de impresión es de 10 x 15 como máximo.

Impresoras portátiles

Impresora para fotografías de pequeño formato

Hay impresoras fotográficas portátiles que incluyen batería y que pueden imprimir fotos directamente desde la cámara. Se puede hacer la impresión de las imágenes sin necesidad de un ordenador a través de la tecnología Pictbridge. La mayor parte de los equipos incluye un lector de tarjetas de memoria o un puerto USB. Algunas incluyen también un software de edición de fotografías. Con éstos se pueden cambiar parámetros como el encuadre, el brillo, el contraste, etc.

Es indispensable usar papel fotográfico para que la calidad de las fotos sea la adecuada. No se recomienda el uso de este tipo de equipos para la impresión de otro tipo de documentos o archivos.


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