Carboncillo
Diccionario de fotografía y diseño, letra C

Llamamos carboncillo al carbón vegetal que se obtiene de la madera del bonetero o evónimo. Se usa para dibujar y ocasionalmente se obtiene de otras maderas como el sauce, nogal, tilo o romero.

El carboncillo se utiliza para hacer dibujos preparatorios, estudios detallados de claroscuro y para esbozar la composición de una pintura. Por su gran ductilidad, tanto para el dibujo a línea como para la mancha, es una herramienta útil para realizar bocetos. Variando la presión se consigue una gran gama de grises, desde un intenso negro aterciopelado hasta el gris más sutil. Frotando la barra en horizontal sobre el papel se consiguen superficies de mancha con textura que se pueden variar en intensidad y suavizar difuminándolas. Permite realizar dibujos muy rápidos, de gran intensidad y complejidad.

El carboncillo también se utiliza en los dibujos académicos, con un acabado muy esmerado, que realizan los estudiantes de arte copiando reproducciones en escayola de esculturas clásicas. Para este tipo de dibujo se utilizan carboncillos de distinta dureza. El efecto es un suave modelado en el que se reproducen sombras, luces y reflejos con mucho detalle y una escala de grises muy amplia. Para conseguir este efecto se funden los tonos con un difumino, una barra de papel enrollado y afilado.

El carboncillo se utiliza para los primeros esbozos de una composición mural o un cuadro. Permite trazos amplios y no se fija a la superficie, de manera que se pueden hacer correcciones muy fácilmente con solo golpear suavemente con un trapo para eliminar el dibujo.

Los trabajos al carboncillo son muy delicados y necesitan de recubrimientos fijadores. También se producen carboncillos en algunos colores distintos del negro, pero siempre en tonos oscuros.

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