Permanencia de imagen
Diccionario de fotografía y diseño, letra P

La permanencia de imagen es la resistencia al desvanecimiento de la imagen fotográfica cuando se expone a la luz y a otros agentes atmosféricos.

La permanencia queda determinada básicamente por la efectividad del procesado y, en color, además por la estabilidad de los pigmentos empleados en la emulsión. El revelado y el fijado deben ir seguidos por un lavado a fondo que elimine lo más completamente posible todos los restos de compuestos de plata que pudieran afectar a la imagen.

Si las copias se montan, el procedimiento que mejor asegura la permanencia es el montaje en seco, porque no introduce compuestos potencialmente perjudiciales, al contrario de la mayor parte de pegamentos. Si se procesan y archivan bien (en un lugar seco y bien ventilado y en recipientes de metal mejor que de madera), los materiales fotográficos en blanco y negro permanecen en buenas condiciones casi indefinidamente.

No obstante, el material de archivo (microfilm) y los documentos muy valiosos se almacenan en un ambiente muy controlado, si es preciso a humedad y temperatura constantes y con aire filtrado y purificado de componentes ácidos.

Los materiales en color son menos permanentes y se muestran particularmente sensibles a la luz solar directa, como se observa fácilmente en las fotografías expuestas en escaparates o en las carteleras de los cines.

Para prolongar al máximo la permanencia de estos materiales, deben guardarse en un lugar refrigerado o en forma de negativos de separación. Con fines de archivo, es posible que la cinta de video color sustituya a los soportes fotográficos.

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