Escorpión de mar. En su hábitat natural

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Pez camuflaje o escorpión del mar

El camuflaje del escorpión del mar, tiene una doble ventaja, cuando permanece inmóvil, en las rocas del fondo se protege de los enemigos y le esconde a su vez un predador en potencia de pececillos pequeños, bambas y cangrejos. Conocido como escorpión de mar, es el cabracho un pez pesado y mal nadador. De cabeza enorme repleta de pequeños lóbulos y provisto de aguijones conectados a bolsas de veneno, su picadura puede deparar resultados a veces muy graves. Conocer a este animal, relativamente frecuente en zonas rocosas, nos permite estar alerta.

La picada del escorpión, en especial los de menor tamaño, es prácticamente inapreciable. La mayor parte de los accidentes ocurridos a pescadores se deben, en especial durante la pesca nocturna, al hecho de recoger demasiado deprisa y golpearse con el pez en muslos, brazos o abdomen; incluso se han dado casos de confundirlo con el inocente pez sapo (totalmente inofensivo) y sufrir su picadura al intentar manipularlo.

Aunque su carne es firme y muy apreciada para la boullabisse francesa y las sopas de pescado, su manipulación ha de ser muy cuidadosa. Estos animales presentan una resistencia a la asfixia muy notable llegando a sobrevivir varias horas fuera del agua. En el caso de querer conservar las capturas de este animal es muy recomendable separarlo del resto de la pesca y mantenerlos en un lugar donde las posibilidades de roces accidentales con ellos sea mínima.

De todas las maneras evitaremos el contacto con el pez procediendo a cortar el final que lo capturo esperando mejor momento para su limpieza. En casos de picadura conviene un rápido traslado a un establecimiento médico y explicar (o incluso llevar el ejemplar) el tamaño y especie con la que sufrimos el accidente.

Son más frecuente en zonas a partir de los 20 metros de profundidad, los más jóvenes suelen ser algo más litorales y por ello relativamente frecuente en zonas de cascajos y rocas. De tonos rojizo, aunque también aparecen ejemplares amarillentos jaspeados, presenta numerosos lóbulos sobre todo a lo largo de la línea lateral y bajo la mandíbula, llegando a aparentar pequeños tentáculos debajo de los ojos. Poseen espinas venenosas distribuidas por la cabeza y aletas, debiendo proceder con mucho cuidado en su manipulación para evitar las picaduras de un elevado


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