Adelfa
La adelfa, bella pero venenosa

La adelfa (Nerium oleander) es un arbusto que, en su forma silvestre, crece cerca de caminos y cauces, orientada al sol. Las hojas son perennes y tienen un color verde oscuro.

Las adelfas tienen forma de punta de lanza, parecidas a las hojas de laurel. El fruto es de forma similar a la judía, aunque de color marrón, y en su interior se encuentran las semillas, que están cubiertas de abundante pelo. Las flores son de color rosa si la planta crece de forma natural; en caso contrario, pueden encontrarse flores de adelfa de distintas tonalidades, como en bellos tonos fucsia como la de la foto.

Esta es una planta que se utiliza mucho de modo ornamental. En muchos países forma parte de la flora de parque y jardines, ya que es bonita a la vista, no requiere grandes cuidados y es muy resistente. A modo de ejemplo, señalar que la adelfa fue la primera plana que creció de forma silvestre en Hiroshima, tras la bomba nuclear. En lugares como España, suele cultivarse en las medianas de autopistas y autovías.

Es tóxica para los seres humanos. Si se consume puede llevar a la muerte ya que afecta al aparato digestivo y a órganos como el corazón, provocando alteraciones en el ritmo cardíaco.


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