Bosques de México. Bosques y selvas

Los bosques de pinos-encino de México son de los que contienen mayor diversidad de plantas del mundo exceptuando, lógicamente, la selva. Se sitúan a lo largo de prácticamente toda la costa del Pacífico mexicana.

Casi el veinticinco por ciento de las especies de plantas que hay en México se encuentran en este bosque, que sirve además de hogar a una fauna muy rica. En ella destacan animales tan conocidos como la víbora de cascabel, el venado de cola blanca, el mapache, la ardilla o el puma. Además, el bosque de pino-encino acoge más del cincuenta por ciento de las especies de pino que existen en el mundo.

Los árboles que conforman esta frondosa arboleda son distintas especies de pino y de encino, como el pinus patula o el pinus leiophylla, y el encino de hoja ancha o el quercus laurina, dependiendo de la altitud y la exposición a la humedad. También, en los estratos más bajos, se pueden encontrar otras especies como el helecho o el camarón, nombre, este último, como se conoce al madroño en el país azteca.

La altitud que abarca la extensión de este bosque va desde los mil hasta los tres mil metros, y el suelo sobre el que se asienta presenta rocas de los tres grandes tipos: volcánicas, metamórficas y sedimentarias. La temperatura suele ser suave, con una oscilación entre los 15 y los 20 grados centígrados. Las lluvias son abundantes, y el suelo delgado y de poca consistencia.

El bosque de pinos y encinos de México está siendo muy explotado por el hombre, no solo en la tala para conseguir madera y carbón vegetal, sino para dejar espacio a terrenos de cultivo.

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