Caladio
Plantas de interior: Caladio, un toque de color

El caladio es una planta bellísima que, al contrario que otros géneros tropicales desarrollados como plantas de interior, tiene un cultivo bastante delicado. Es una planta herbácea con tubérculos originaria de las zonas selváticas de Sudamérica y Centroamérica.

Las hojas de caladio pueden adquirir distintas tonalidades: sobre un fondo verde pueden darse matices blancos, rosas, e incluso rojos. Las hojas crecen directamente de los tubérculos.

Esta planta tiene unas pequeñas flores de color verde que, en contra de otros géneros, no aportan ningún tipo de componente estético. El caladio es bello por sus bonitas y coloridas hojas. Hay que tener cuidado con la ingesta de la planta pues, a pesar de su vistosidad, el consumo es tóxico para los seres humanos.

La dificultad de cultivar caladio radica en que necesita temperaturas muy altas, alrededor de 21º centígrados de forma constante, sin apenas oscilaciones por la noche. Además, la planta requiere un tanto por ciento elevado de humedad ambiental, aunque no conviene mojar sus hojas.

La luz le gusta mucho, no así el sol directo. El caladio necesita riego de forma regular, aunque hay que tener especial cuidado con los encharcamientos para evitar que se pudran los tallos.


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