El olfato, perfume de mamá.
Es el sentido más importante en los mamíferos. Es esencial para su supervivencia, porque permite a lso cachorros reconocer a la madre y viceversa. Aunque en el hombre
la importancia de este sentido es muy reducida, los recién nacidos cuentan con una óptima prercepción de los olores. En un mundo que para ellos está aún desenfocado, al ser la vista del recién
nadico más bien escasa, para oler el perfume de la madre supone una fuente de tranquilidad. Los niños pueden reconcoer a la madre
sólo por su olor tres días después de haber nacido. Probablemente es el perfume de la leche lo que determina esta identificaicón, aunque también tienen su imprtancia el desodorante, o el jabón que la madre
utiliza para su higiene. Además desde el nacimiento los pequeños tienen la capacidad de distinguir lso olores desagradables de los agradables. Sonríen al hacerles oler una vedija de algodón empapada en leche o miel,
mientras hacen muecas de desagrado al oler un poco de alcohol.
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