El Águila Pescadora. Rapaces y grandes aves

El Águila Pescadora
El Águila Pescadora, adaptada a la caza en el agua

Presente en la mayor parte de los ríos y lagos de Norteamérica es, sin embargo, en las grandes zonas pantanosas del sur de los Estados Unidos donde el águila pescadora es más fácil de contemplar. Adaptada a la caza en el agua, esta rapaz presenta unas características morfológicas que la distinguen del resto de las aves de presa y que nos indican la naturaleza de sus hábitos alimenticios.

El plumaje del águila pescadora es extraordinariamente espeso, lo que la protege en las frecuentes inmersiones que sufre cuando está cazando, y es en sus garras donde mejor se pueden apreciar las adaptaciones del águila pescadora a la captura de peces.

Sus uñas son de un tamaño desproporcionadamente grande, con una gran curvatura que les permite sacar del agua a sus escurridizas presas sin temor a que se le caigan, ayudada, además, por una piel muy rugosa en la parte inferior de sus dedos salpicada de diminutos anzuelos, lo que convierte a sus garras en una herramienta perfecta para la captura de peces por muy grandes que estos sean.

Los nidos de águila pescadora, ubicados cerca del agua en algún árbol de gran tamaño, son ocupados con la llegada de la primavera, para dos o tres semanas más tarde poner tres o cuatro huevos de cuya incubación se ocupa la hembra. Una vez nacidos los pollos, el macho continúa con sus aportes al nido hasta que los pollos son ya capaces de cazar por si mismos.


Búsqueda personalizada

Inicio