El hipopotamo en el agua. Grandes herbívoros salvajes

El hipopótamo es uno de los animales más característicos de los paisajes africanos, donde se encuentren ríos, lagos o donde exista abundante hierba.

De cuerpo gigantesco y macizo, el hipopótamo tiene aspecto de un tonel y dotado de unas cortas patas cilíndricas y con una enorme y pesada cabeza de la cual le sobresalen los ojos y las pequeñas orejas. Su piel desprovista de pelo, es de color grisáceo, aunque a menudo adquiere distintas tonalidades debido a la costumbre del animal de darse baños de lodo.

Aunque de aspecto torpe, el hipopótamo es un animal muy ágil y puede desplazarse con rapidez, andando por el fondo de los ríos. Sus grandes mandíbulas, incluyendo sus enormes caninos e incisivos, son una gran defensa para alejar a cualquier predador.

La piel del hipopótamo alcanza un espesor de 5cm, aunque esta es muy sensible a las picaduras de insectos, de ahí que antes de desplazarse en tierra firme suele revolcarse en el barro, para recubrirse de una capa protectora.

La enorme cantidad de excrementos que producen estos animales son importantes nutrientes para el desarrollo de la vida vegetal y de infinidad de animales invertebrados, desde los peces hasta aves acuáticas o cocodrilos.

Los hipopótamos tienen una longitud de 3,8 a 4,5 m, una altura de 1 a 1,5 m y un peso de 25 a 3,5 t. La camada es de sólo una cría.

◄ Anterior		Siguiente ►
El Ñu africano		El Gran Kudú