Crucero en A Guarda
A Guarda, entre el mar y la montaña

Rodeada por el Atlántico, el río Miño y el Monte Tecla, la localidad de A Guarda es un paraíso de playas, naturaleza y langostas. Este pueblo marinero, distinguido por la Comisión Europea como destino europeo de excelencia, es famoso por los deliciosos ejemplares de este crustáceo que proporciona su costa.

Pero la población de A Guarda, que limita con Portugal, nos reserva otras muchas propuestas fotográficas. Como su especial paisaje marítimo, fluvial y de montaña. Desde el Monte Tecla se pueden conseguir las mejores panorámicas de toda la zona.

Entre su patrimonio monumental, mencionar el Monasterio de las Benedictinas, la iglesia parroquial de la villa, las casas solariegas de los Correa y los Somoza o la ermita de Santa Tecla. Algunas de las fiestas y romerías más famosas de A Guarda tienen como protagonista el gran vía crucis de esta pequeña y popular iglesia. Mencionar también el castro celta de Santa Tecla.

Las playas de A Guarda son nuestro próximo objetivo. Se ubican por la costa y entre la confluencia del río Miño con el Océano Atlántico. Las más recomendables son las de O Muiño, que se encuentra en la desembocadura del río Miño, y la playa de A Lamiña, que se halla a continuación de la anterior. Ambas playas son de agua salada cuando está la marea alta, pero de agua dulce cuando baja. En ambos casos suele estar bastante fría. Otras playas sólo de agua salada son las de Área Grande o Fedorento.


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