Oanorámica del Mont Blanc
El macizo del Mont Blanc, entre Italia, Francia y Suiza

La montaña más alta de la cordillera de los Alpes es el Mont Blanc. Con una altura de 4.810 metros, es también el pico más alto de la Unión Europea y uno de los más altos del resto de Europa. Le superan algunas montañas de Rusia y Georgia, como el Elbrús, en el Cáucaso, que posee una altura de 5.642 metros.

El Mont Blanc está rodeado por varios valles de origen glaciar, y forma parte del macizo que lleva el mismo nombre. Se extiende desde las demarcaciones del Valle de Aosta, en Italia, y de la Alta Saboya, en Francia.

El Mont Blanc es una de las cumbres predilectas para los escaladores de todo el mundo. Las expediciones a su cima comenzaron en el siglo XVIII. El 8 de agosto de 1786 dos aficionados bien entrenados, Jacques Balmat y el doctor Michel Gabriel Paccard, fueron lo primeros en coronarlo pasando por Grands Mulets.

Geológicamente, el Mont Blanc se formó durante los plegamientos hercinianos, originando un plegamiento alpino. Al tratarse de un macizo granítico de formación relativamente reciente, abundan las altas crestas y agujas, que no han experimentado todavía los procesos de erosión.

El macizo del Mont Blanc cuenta con un gran número de glaciares. Incluso desde la cumbre del Mont Blanc descienden varios glaciares, como el de Brenva, el glaciar de Miage, el de Bruillard, el glaciar de Bionnassay, el de Taconnaz o el de los Bossons. Este último glaciar, a principios del siglo XX, llegaba hasta el fondo del valle, a sólo 1.000 metros de altitud. Ya en el año 2005, y por el calentamiento global, había retrocedido hasta los 1.400 m de altura.


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