Sidi Bou Said es, quizás, uno de los pueblos más bellos del África mediterránea. Situado a menos de veinte kilómetros de Túnez capital, este hermoso pueblo disfruta de un cielo límpido, de azul intenso.
Sus casas, de inmaculado blanco calcareo, con puertas y ventanas pintadas en azul, forman un conjunto arquitectónico deslumbrante, con casas de dos pisos, gracias al contraste con el cielo y el mar Mediterráneo.
Por la población crece profusamente el jazmín, y muchas de sus calles se encuentran engalanadas con puestos callejeros donde adquirir artesanía local. En el punto más alto de Sidi Bou Said se encuentra el café Sidi Cheebane, en la imagen, que es un famoso establecimiento donde tomar el típico té a la hierbabuena disfrutando de unas espectaculares vistas al Mediterráneo.
Además de por su estética pintoresca, vale la pena visitar Sidi Bou Said por su bella mezquita y por el palacio del barón d´Erlanger, artífice del color blanco de sus casas y del azul de ventanas, rejas y puertas. El ambiente un tanto bohemio de Sidi Bou Said no debe llevar a engaño. Esta hermosa población, situada junto a las ruinas de Cartago, es refugio de las mayores fortunas del país.
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