Palacio de Carlos V. La ciudad de Granada

Palacio de Carlos V
Palacio de Carlos V, Granada

El Emperador Carlos V trasladó su corte a las casas reales de la Alhambra, para pasar en ellas el verano de 1526. Surgió un deseo por parte del Emperador de hacer de Granada uno de sus puntos de residencia, por lo que proyectó construir un nuevo palacio, con mayores comodidades y más espacio que el árabe, pero conectado a éste para seguir disfrutándolo. Con ello continuaba la labor comenzada por sus abuelos - los Reyes Católicos -, y cumplía su deseo de convertir este palacio en el gran centro áulico del Imperio.

Así se llevó a efecto una de las mejores obras renacentistas que se hallan fuera de Italia y el primer gran palacio real de los monarcas españoles: el palacio de Carlos V de Granada.

El patio, del palacio una de las partes más destacables por su grandeza y suntuosidad, una de las más bellas creaciones del Renacimiento. Su amplísimo círculo, de 30 m. de diámetro, ocupa el centro de la construcción y le rodea un ancho pórtico con 32 columnas dóricas.

Las columnas, de piedra pudinga del Turro (Loja), corresponden a otras pilastras que decoran el muro del claustro, entre las que se abren arcos, hornacinas y puertas para comunicar con las diversas dependencias del edificio. Igual disposición ofrece la parte alta, que tiene columnas jónicas apoyando un entablamiento de piedra de Elvira que forma un anillo de sorprendente ejecución.


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