Aunque una pequeña parte de este bello paraje se adentra en la provincia de Burgos, la mayor extensión del Cañón del Río Lobos pertenece a Soria. Fue declarado Parque Natural en 1985 para proteger sus excepcionales fauna y flora, además de los abundantes caprichos geológicos. Estos valores han convertido esta zona en un privilegiado destino de los amantes de la naturaleza, y en un lugar altamente recomendado para captar magníficas instantáneas.
El encanto del parque Natural del Río Lobos reside en su profundo cañón calizo, obra del río y de la erosión natural. Con una extensión de más de 25 kilómetros, el Parque Natural del Río Lobos es una auténtica gozada para los sentidos, especialmente en los meses de primavera y otoño.
La cambiante coloración de árboles y arbustos destaca sobre las tonalidades blancas y rojizas de las paredes de roca. El efecto resulta de lo más atrayente. Sabinas, encinas, pinos, quejigos, chopos o sauces dan cabida a jabalíes, conejos, ardillas, corzos, liebres, zorros o comadrejas. Por su parte, los riscos de las rocosas paredes son muy fotogénicos. Además, albergan colonias de buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos, milanos o cernícalos, entre otras aves.
En la explanada conocida como el Colmenar de los Frailes se encuentra la ermita de San Bartolomé. Es una pequeña capilla templaria del siglo XIII, situada a los pies de una enorme gruta. En este mismo lugar, cada 24 de agosto, día de San Bartolomé, se celebra una animada romería.
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