Oso pardo
El Oso Pardo, el gran solitario

El oso pardo es una de las especies más grandes de osos y se caracteriza por presentar una gran variabilidad no sólo en el tamaño sino también en el peso y en el tono y aspecto del pelaje, que puede ser casi negro o canela claro e incluso blanco.

En general los pelos del dorso y de la cruz son más claros y el pelaje es más oscuro durante el otoño y el invierno. Como el resto de los osos, la marcha del oso pardo es plantígrada y las extremidades anteriores terminan en cinco garras largas y curvadas que emplea para excavar en la tierra.

A pesar de su aspecto y su fama, el oso pardo es un animal muy pacífico que rara vez ataca al hombre y nunca si no es molestado. La mayor parte de su dieta la componen bayas y frutos silvestres, así como insectos, peces y anfibios, siendo los grandes mamíferos una parte pequeña de su espectro alimenticio.

Los osos pardos tienen unos hábitos muy solitarios, y sólo durante la época de celo se les puede ver a varios ejemplares juntos mientras se produce la formación de las parejas. El periodo de gestación se prolonga durante unos nueve meses que terminan con el nacimiento de una cría de un tamaño minúsculo si la comparamos con su madre. Los cachorros permanecerán con ella durante un largo periodo de aprendizaje que puede durar hasta dos años

Si tienen dos cachorros, uno siempre es macho y el otro hembra. Los osos pardos del norte de Alaska pueden ser hasta ocho veces más pesados que los del sur de Europa.


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