Anillos inversores

Los Anillos de Inversión permiten montar los objetivos de manera invertida en el cuerpo de la cámara.

Una de las maneras más sencillas y económicas de introducirnos en el mundo de la macrofotografía o fotografía de aproximación es a través de los anillos de inversión. Un anillo inversor no es más que un adaptador que nos hace posible que un objetivo se ponga al revés en la cámara.

Anillo inversor

De este modo reducimos la distancia mínima de enfoque pudiendo acercarnos más al objeto a fotografiar y consiguiendo que éste ocupe más espacio en la película o sensor de la cámara. Así conseguimos que en la imagen final el motivo vea aumentado su tamaño.

Estos anillos por un lado tienen una rosca y por el otro lado el mismo sistema de montura de la cámara.

Cámara con objetivo invertido

Con la montura se acopla el anillo a la cámara y se enrosca la parte frontal del objetivo a la otra parte del anillo. Así el resultado será tener una cámara con la lente invertida.

Esto consigue convertir un objetivo convencional en uno macro ya que la imagen se forma en un tamaño mucho mayor en el plano focal.

Esquema anillo de inversión

Como principal desventaja de este sistema para fotografía de aproximación es la pérdida de los controles mecánicos del objetivo en cuanto a enfoque y apertura de diafragma.

También es posible utilizar esta técnica con dos objetivos unidos entre sí con este anillo de inversión.

Mientras un objetivo está unido a la cámara de modo convencional el otro hace las veces de lente de aproximación.

Cámara con dos objetivos

Se recomienda utilizar objetivos de focal fija con los anillos de inversión y conviene recordar que cuanto más angular sea la lente, es decir, cuanto más pequeña sea su distancia focal, mayor será el aumento del objeto. Como norma, con un objetivo de 50 mm se consigue una relación de aspecto de 1:1 mientras que con un 28 mm podemos alcanzar 2:1 de ratio.


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