Cicuta, planta venenosa
La cicuta, el veneno de los antiguos griegos

La cicuta (Conium maculatum) es un potente veneno. Los antiguos griegos utilizaban esta planta para ejecutar a los condenados a muerte.

La cicuta pasó a la historia gracias a Sócrates, ilustre personaje que perdió la vida bebiendo una infusión de esta planta venenosa. Juzgado por no reconocer a los dioses atenienses y por, supuestamente, corromper a la juventud, el gran filósofo griego fue condenado a morir ingiriendo el potente veneno.

Debido a la conina, el principio activo más importante de la planta, la cicuta puede proporcionar un efecto sedante muy pronunciado. Este efecto se ha utilizado en farmacología como analgésico en dolores muy intensos (cáncer, migrañas, neuralgias...) o como anestésico local administrado por vía tópica, ya que la conina se absorbe por la piel.

De todos modos, hoy en día su uso farmacológico es muy limitado ya que la frontera entre dosis terapéutica y dosis tóxica es muy fácil de cruzar.

Se cree que las brujas de la antigüedad usaban la cicuta aplicada como ungüento. Administrada de esta forma, distorsiona la realidad, provoca alucinaciones y aumenta la sensación de ligereza. Parece que la creencia de volar sobre una escoba podría deberse al uso de cicuta por vía cutánea.

Pero, ¡cuidado! Un solo gramo de semillas de cicuta puede causar la muerte de un humano. Primero provoca cefaleas, vértigo, problemas digestivos y descenso de la temperatura corporal. Una hora más tarde se reduce la fuerza muscular y se produce insuficiencia renal, convulsiones, problemas respiratorios y asfixia, complicaciones que pueden llevar hasta la muerte.

La cicuta es una planta venenosa

La cicuta es una planta venenosa bienal, esto es, que tarda exactamente dos años en completar todo su ciclo biológico. Puede medir hasta un máximo de dos metros y se reconoce, aún sin verla, por su hediondo olor. Sus hojas tienen forma triangular. El tallo es hueco con flores blancas. En el fruto y la semilla se concentra su mayor toxicidad, aunque toda la planta es venenosa.

Botánicamente, la cicuta es una planta que pertenece a la familia de las apiáceas, género Conium, originaria del Norte de África y sur de Europa, aunque también se ha introducido en otras zonas del mundo.

Esta planta venenosa crece de forma natural cerca de donde haya agua, en terrenos frescos y húmedos, en bordes de carreteras o caminos, en setos y a los pies de algunos muros. Por tanto, mucho cuidado con la cicuta.

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